Oscuridad... Un ruido extraño resuena.
Me despierto súbitamente, conciencia.
Lunes otra vez.
Afuera esta frío, y acá esta calientito.
Deseos de infiltración...Me invade la responsabilidad.
¡Arriba!, el mundo me espera.
Positivismo...
Decisiones rápidas, no tengo tiempo de desayunar.
Y aparece el melocotón mi esperanza de desayuno...
Busco la llave, abro la puerta, respiro, aah está lloviendo.
...y salgo...
"Mierda me dejo el bus, ¿espero? o ¿camino?"
Mala elección: caminar. El tiempo se acorta, corro.
Piso un charco, guardo el melocotón en mi bolso, "me lo como en el bus"
Sigo corriendo.
Ahí esta el bus, me relajo y disminuyo la velocidad.
Alisto el pase, 130 colones. Alzo la mirada y...
Se va...
Segunda mala elección: correr detrás del bus.
Desilusionada y sintiéndome estúpida, camino de regreso.
Hace frío y yo estoy sudando.
Segundo después en la esquina se ve el siguiente bus...tan campante.
Me rio para no gritar.
Es una buena mañana me digo con intensión de auto persuadirme.
Ya en el otro bus recuerdo el melocotón... ¡Sorpresa!
Minuto de silencio. Mi desayuno murió...
Sus restos residen en mi ropa de trabajo, las hojas de mis cuadernos
Y en la bolsa de mi almuerzo...No puede ser, me rio me rio, mi amiga se ríe.
Limpiando todo con mi única servilleta.
Es una buena mañana, me repito, me espera un largo día.
Y esto solo fue mi mañana del lunes.