jueves, 20 de enero de 2011

A la nada que una vez existió

Me gusta viajar sin rumbo mientras observo.
Abrir los sentidos...Menos los oídos.
Dejó entrar al viento en mi pelo, incluso le permito tocar mi cara.
...Y me alejo...
No existe nada ni nadie, no existo aquí, solo vos existís.
Los pensamientos siempre me acompañan, igual que los recuerdos...
Y esa imagen no se me olvida.
Yo no me acuerdo de vos, solo de tus ojos cuando me veías por el reflejo.
Me acuerdo de lo desesperante que era complacerte,
E irónicamente lo fácil que resultaba a veces...Aunque eso sigue igual.
Las tardes soleadas y algunas frías en las que solo estábamos vos y yo,
Y la música bastaba para pasarla bien.
Casi no hablábamos, tal vez no era necesario.
Teníamos gustos diferentes, pero eso nunca importo.
Cuando llorabas sabía cómo calmarte, sabía lo que necesitabas,
O al menos creía saberlo.
Tu sonría cambio, ahora casi no te reís...
¡No se te ve el camanance!
Ya no te reconozco...y te veo todos los días...en el reflejo.
Es en estos viajes en los que más cerca tuyo me siento.
Lástima que solo se den una vez al año...Quizá dos.