El de la derecha es rojo y sabe a ausencia.
El que escondo bajo mi almohada está dormido.
El de la cabeza es tornasol y cambia de color con la luz.
El de los labios es invisible, tiene bigote y sabe a vos.
El de mi memoria es confuso, la pintura sigue fresca y todavía duele.
El de los buenos recuerdos ser revividos.
El del futuro es incierto, y el del presente aún más.
El del mi dedo es ser normal y encajar en la sociedad.
El de mi útero es Amelie.
El del jardín es un árbol de cerezo que baile con el viento.
El de mis ojos es encontrarte y esta vez reconocerte.
El de mi reloj es retroceder y huele a imposible.
El de mi voz ser aceptada.
El de mis palabras ser comprendidas.
El de mis silencios es ser escuchados.
El de mis oídos nace despacio, suena a jazz y es un delirio.
El de mi imaginación sabe a mentira y se siente real.
El de mis sueños ser descubiertos.
El de la izquierda es naranja, huele a olvido y sabe a conquista.
...Y el de siempre, sos vos.