Resbalo. Despacio.
El ácido, agrio y áspero fulgor de la ingenuidad me grita.
Hoy probé lo amargo que podés ser.
Porque esta vez no me apresaron tus palabras.
Ni me hipnotizaron los ojos extintos en tu rostro pálido.
Hiciste que mis pestañas se inclinaran suplicantes ante tu indiferencia.
Hoy cayó el telón y me mostraste el truco.
Me enseñaste que debo desconfiar de tu amabilidad difusa.
Y al abrir mis sentidos: vacío, agua salada, soledad.
Mi fortaleza se trasmuto en desilusión.
Y al abrir mis sentidos: vacío, agua salada, soledad.
Mi fortaleza se trasmuto en desilusión.
Me convenzo, de nuevo…
Me desato las añoranzas, las esperanzas falsas.
Destilo tus trampas y me hundo…
Me resbalo. Deprisa para caer en la nada.